Jugando en Madison

Esta semana pasada he tenido noticia de una agrupación de familias residentes en Madison (Wisconsin) que se reunen en parques, plazas, jardines, salas de estar y cocinas con el sencillo fin de jugar y comunicarse en español.

Para seguir su experiencia, podéis contactar con ellos en su página web de Facebook, que reza:

Jugando en Madison

Somos un grupo de familias hispanohablantes jugando en Madison desde octubre de 2011! Nuestra misión es dar apoyo a familias bilingües, crear amistades, y divertirnos hablando español.

He llegado a este grupo a través de una querida amiga residente allí, Rebecca, a la que admiro enormemente por su proeza a la hora de compartir con su hija su aprendizaje del español. Ella no es bilingüe, tampoco tiene familia de origen hispano, ni necesita saber español para su trabajo profesional. Decidió estudiar español por pura afición. Cuando tuvo a su hija, decidió hablarle en español siempre que la situación -en un entorno angloparlante- lo permitiera. El resultado cinco años después es que su hija comprende y habla español tanto como el inglés, considerando ambos idiomas como su lengua nativa.

Rebecca no sólo ha demostrado que es posible educar en el bilingüismo aún en casos de familias no nativas. También ha demostrado que es posible compartir con tus hijos el aprendizaje de un idioma. De hecho, la sinergia generada al forzarse a sí misma a hablar español en situaciones cotidianas le ha permitido avanzar en su aprendizaje, aprender cada día vocabulario y expresiones nuevas, consultar a sus amigos hispanohablantes cómo se dice esta cosa y esta otra…

¿Y vosotr@s? ¿Tenéis o conocéis alguna experiencia con el bilingüismo?

4 Comments

  1. Reply

    Gracias Eva por traer este tema, para mi, de suma importancia.
    Bilingüismo es siempre una elección que supone un esfuerzo adicional tanto para los padres como para niño. Lo que dicen que son como esponjas es cierto, pero también es cierto que más fácil aprender todo en un solo idioma.
    Desde mi experiencia contaros que mi gran dificultad es vencer la inercia de hablar en castellano. Mi lengua nativa, polaco, hasta que nació mi hijo, no aparecía en mi día a día más que en escasas conversaciones telefónicas o videollamadas. Pero mi gran deseo es poder hablar con Bruno en mi lengua materna. Llevamos poniendo atención en ello desde sus primeros dias y, ahora con sus 26 meses nos apoyamos con los libros, canciones y dibujos animados. Veo que el me entiende perfectamente aunque, muchísimas veces, me conteste en castellano ya que, lógicamente, su vocabulario es mucho más amplio en el idioma que le rodea. Aun así, tengo muy claro que voy a seguir hablándole en polaco esperando que un día podamos hablar en su idioma “materno”. :)

    Y qué maravillosa iniciativa organizaron estos chicos. Teniendo el apoyo de su entorno seguro que les es más fácil llevar a cabo el bilingüismo. Ojalá haya cada vez más eventos de este tipo que, sin duda, enriquecen la vida tanto de los mayores como de los pequeños.

  2. Reply

    Hola Eva! Yo soy bilingüe gallega, aunque mi primera lengua es el castellano. Cuando nació Lois, no se por qué ni por qué no, su padre y yo empezamos a hablarle en gallego, aunque entre nosotros siempre hablamos (y seguimos haciéndolo) en castellano. Lois, a pesar de sus dos recién empezados añitos, habla hace tiempo perfectamente el gallego, es el que le sale…pero no tiene ningún problema con el español, que está presente diariamente en gran parte de su entorno. Lo que más me chocó de todo esto, es la cantidad de gente con la que siempre hablo en castellano, y que para dirigirse a Lois lo hacen en gallego, no sabía que iba a ser tan fácil!! Claro que parto de una comunidad en la que, aunque el castellano predomine absolutamente, el gallego es parte de la vida de todos…no es como el caso de Agnieszca, que requiere todo el esfuerzo por parte de ella…ánimo, que seguro que Bruno lo agradecerá!

    • Reply

      Gracias Agnieszka y Paula, ¡qué interesante es que compartáis impresiones las familias verdaderamente bilingües! Yo estoy haciendo intentos de sesiones en inglés en casa con mi hijo de 17 meses, por ahora jugamos sólo a hablar, cantar y leer libros, porque aún no presta atención a la televisión o la música grabada. Pero es bien difícil cuando no es tu lengua nativa. Por eso la historia de Rebecca me parece tan extraordinaria.
      Mi cuñada Rebeca (con una sola ‘c’) también es gallega y habla a mi sobrino de 18 meses en su lengua materna, voy a invitarle a que participe del hilo…

  3. Reply

    Hola a todas!!! Gracias Eva por invitarme a participar en este espacio. Antes de empezar me voy a presentar, me llamo Rebeca soy gallega, vivo en Madrid y soy la mamá de Álvaro, un peque de 18 meses. Nuestra experiencia respecto al bilingüismo es un tanto singular porque como os decía antes, vivimos en Madrid y su padre es «granaíno». Cuando nos quedamos embarazados yo siempre le decía a Javier que yo hablaría con Álvaro en gallego y él lo haría en castellano por dos razones, la primera xq la «terriña» tira mucho, mi primera lengua fue el gallego, el castellano me lo enseñaron y aprendí en el colegio, y la segunda, y no menos importante, xq la plasticidad neuronal que se genera gracias a la adquisición de dos lenguas es un hecho objetivamente estudiado. Álvaro por el momento solo dice papá, mamá, agua y hola, y probablemente inicie el lenguaje un poquito más tarde q otros niños y niñas que tienen una única lengua materna pero estoy segura de que en un futuro esto le favorecerá el aprendizaje de otras nuevas. Enhorabuena por el blog.

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