Ser papá (nido).

bruno lorenzo primer dia de vida

Ser papa nido no es cualquier cosa; ser papa nido es lo más importante a lo alguien pueda aspirar; cualquier actividad que hayas hecho durante tu vida y que consideres trascendente, se convierte en juego de niños en comparación a los cuidados que debes dispensar a tu hij@. De hecho, ser papa, devolver a la vida más vida, es ya de por sí increíble; pero, hacerlo de la manera más consciente, amorosa y responsable posible, es algo que te revoluciona por dentro. Siempre se ha dicho que un hijo te cambia la vida; aunque, por suerte, lo que realmente te cambia, te transforma, es a ti mismo. No hay camino de crecimiento personal mayor que implicarte en su cuidado. Ese es un gran e inesperado regalo que te da la naturaleza; cuanto más das en la crianza de tu hijo ¡más recibes a cambio!

 

Por otro lado, es importante traer a primer plano la figura de la mamá. Esta sociedad patriarcal en la que vivimos ha querido (y ha conseguido) invisibilizar y ningunear el papel de la madre, haciéndolo pasar como algo secundario. La realidad es bien distinta; ya me gustaría a mí ver a muchos hombres con la barrigota a cuestas durante nueve meses y, llegando el esperado día, tener confianza en el destino y desear un parto natural. ¡Qué pocos varones tendrían las agallas que tienen nuestras chicas! yo el que menos, todo hay que decirlo para ser sinceros.

Así, igualmente importante es cuidar y respetar a la mamá una vez que el bebé está con nosotros. Eso de que en un par de días está como nueva y con una cajita de bombones y unas flores todo vuelve a su ser, desde luego, no es lo habitual. Lo común es que, la recuperación sea lenta y, a veces, muy costosa. El esfuerzo ha sido tremendo y el cuerpo, por lógica, se resiente; a veces, también la mente.

 

Por ello, la principal tarea del papa nido es, sin duda, cuidar tanto de la mamá como del bebé. Este cuidado implica mucha paciencia y cariño; si no lo hay, es imposible. Tiene que salir desde dentro, desde las tripas. Hay que aprender que el protagonista de la fiesta no eres tú; lo son el bebé y la mamá. Tu papel es importante, pero no eres el actor principal. Habrá momentos duros en los que, tanto antes como después del parto, quedarás relegado a una especie de anonimato, que, en ocasiones puede resultar tan incómodo como necesario.

Hay que ser un pilar, un bastión en quien la madre se pueda apoyar hasta la llegada del gran día. Ese momento es indescriptible; todo el proceso, desde que nos pusimos de parto hasta que tuvimos a Bruno entre nuestros brazos, lo recuerdo como un solo instante; un instante mágico en el que un ángel se convirtió en personita y llegó a nuestros regazos para regalarnos el día más feliz de nuestra vida.

 

A partir de ahí, nuevamente, ser papá nido implica una alta dosis de tranquilidad; de saber ocupar tu lugar, de facilitar que la conexión madre-bebé sea lo más potente posible; sabiendo, o intuyendo, que cuanto mayor y mejor sea ese vinculo, más fácil será establecer el lazo vital padre-bebé, que, por lo menos en toda su potencia, tardará en llegar un tiempo. El primer año es para que la madre y el bebé sean una misma esencia y, a partir de ahí, el pequín va cogiendo conciencia de su propia identidad y comienza a dar cabida al papá, abuelitos y otros familiares.

En mi caso, solo puedo dar gracias a la vida por haberme regalado este proceso y haber disfrutado de ver como la mamá nido, lo ha dado todo, para que el bebé se haya convertido, a día de hoy, en un precioso niño de dos añitos, sonriente y tierno que sabe expresar sus emociones y que da y recibe mucho amor.

 

En fin, este texto sólo es una pequeña reflexión sobre parte de lo vivido en esta aventura! Lo mejor: sin lugar a dudas, ver a Bruno feliz cada mañana; lo peor: nada. Incluso cuando ha habido dificultades y momentos más complicados, entiendo que han venido porque algo nos tenían que enseñar; algo que desconocíamos para ser mejores papás y mamás.

En cualquier caso, esto no ha hecho sino comenzar y toca seguir al pie del cañón, aprendiendo a ser un buen papá ¡un buen papa nido, por supuesto!

 

2 Comments

  1. Reply

    Valiente primer papa nido!!

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