Hija, dale un besito a este señor, que se va.
Los niños, rara vez quieren dar besos a desconocidos. Y hacen bien.
Me escandaliza la frase típica de :”hija, dale un besito a esta señora, que es amiga mía”, “hijo, despídete y dale un beso, que se va”.
Cuando les animamos e incluso obligamos a dar un beso a personas que no conoce, le estamos enseñando precisamente a eso: a dar besos, forzados, a personas cuando no quiere hacerlo.
Cuando les presionamos para que “sean educados” que “sean buenos”, a que tengan contacto físico con adultos que no son de su agrado o confianza, acercándoles a nuestra cara para que seamos nosotros los que les besemos cuando ellos se niegan, pensemos qué les estamos transmitiendo.
Es escalofriante…
La buena educación se enseña, y es bueno que nuestros hijos e hijas aprendan a saludar, a despedirse, a dirigirse a la persona que llega o se va, o va a estar un rato.
Un “buenos días”, un ¿cómo estás?, un “hasta luego” o un simple “adiós” es más que suficiente para que quede demostrado que nuestros hijos están bien educados, y que para nosotros es importante que así sea. Es parte del aprendizaje de las relaciones entre las personas. Si les animamos además a mirar a los ojos cuando hablan, estaremos dándoles un arma potente para las relaciones.
Pero la buena educación no incluye necesariamente el beso.
Y para incidir aun más, ¿por qué no felicitar a nuestras hijas e hijos cuando se plantan y no quieren dar un beso? Decirles que está bien eso, que hay que ser educado, pero que si no quiere dar un beso a alguien, es bueno que no se lo de.
Un problema añadido es cuando a quien no quieren dar un beso es al abuelo, a la abuela o a la prima a la que nosotras adoramos. ¿Cómo explicar a la suegra o tía que nuestro hijo no da besos, y que a nosotros nos puede parecer bien?
Es importante no insistir, no obligarle y no criticarle en alto (“qué áspero/maleducado eres, hijo”). Y no caer o dejar pasar frases chantaje: “Con lo que yo te quiero y no me das un beso. ¿Es que ya no me quieres?”. Porque lo que se consigue es sólo forzar al niño o niña y no respetar algo tan íntimo como es el contacto y los besos.
El niño no está rechazando el amor de la abuela, el papá o los tíos. El peque está expresando su deseo a decidir a quién besa, el rechazo sólo es un sentimiento del adulto.
Suele funcionar bien verbalizar exactamente esto de lo que estamos hablando: “nosotros no le obligamos a dar besos cuando no quiere, nos parece bien que sólo los de cuando él o ella decida. Pero no está reñido con ser educado. Y seguro que en un tiempo irá cambiando.”
Aceptar eso es ya una buena lección que antes o después nos tocará enfrentar: ellos eligen a quién se acercan.
Para prevenir a nuestras hijas e hijos de posibles situaciones de abuso, podemos empezar por aceptar como buena esa negativa de ellos ante la presión de tocar o besar a alguien, sea quien sea.
Y no es un tema menor, o que no nos afecta… las tasas de abusos de menores son abrumadoras, increíbles (no creíbles), pero reales. Son situaciones invisibles para las que también hemos de preparar y proteger a nuestros hijos, con las dos mejores armas posibles: confianza en ellos mismos (para que puedan decir que no) y confianza en nosotros (para que puedan contarnos cualquier cosa siempre, pase lo que pase).
Lorenzo Barnó
Estupenda reflexión, Marta. Qué cierto es que se nos olvida muchas veces respetar las decisiones de los más pequeños, pensando que todo ha de ser como nosotros creemos que es lo correcto. Se aprende mucho también viendo cuales son las verdaderas necesidades del niñ@. Además, como bien dices, los adultos somos quienes tendemos a confundir una acción con un todo y, así, podemos pensar que si no se nos da ese beso, ya no nos quiere. La realidad, a buen seguro, es otra y ese pequeñin nos puede adorar aunque en ese momento no quiera dar el ansiado besito.
Eva Chacón
Hola Marta! Hola Loren!
Marta, has sacado a la palestra una cuestión que forma parte de la lista de temas que estamos ‘desaprendiendo’ gracias a nuestro hijo. Efectivamente, el dichoso ‘besito’ es una acción para la que estamos ‘programados’, que realizamos automáticamente. ¿Cómo va a comprender algo así alguien que acaba de aterrizar en este mundo? Apenas consigo comprenderlo yo, y llevo unos pocos años por aquí…
Alicia
Hola Marta!
Este me parece un tema complicado la verdad. Yo personalmente intento no obligar ni a mi hija ni a ningún niño a que de besos a nadie ni a mí. Pero creo sinceramente que lo de los besos al encontrarse y al despedirse es algo cultural, vivimos en España y no en Inglaterra y aquí nos damos besos y no la mano. En España y los países latinos nos tocamos mucho, es así para bien y para mal, y confundir eso con los abusos creo que es llegar muy lejos. Creo que los niños son lo suficientemente listos para diferenciar entre un beso casto de despedida o saludo y algo más. Y lo digo porque me ocurrió personalmente cuando era niña. Siempre he sido muy cariñosa y un día alguien a quien yo saludaba siempre con un beso puso la mano donde no debía y nunca más le volví a besar ni a acercarme a él. Yo sólo era una niña pero supe con claridad que eso estaba fuera de lo normal.
Estoy de acuerdo con no obligar a los niños a dar besos pero por un tema de personalidad propia del niño, hay niños más tímidos, más introvertidos, simplemente menos cariñosos, y hay que respetar la forma de ser de cada niño. Pero inculcarles un trato de cariño con respeto me parece sano y está acorde con nuestra cultura. Repito en Inglaterra se les enseñará a dar la mano y aquí les enseñamos a dar besos, que le vamos a hacer, al menos no son 3 o 4 besos como en algunos sitios de Francia ;)
En todo caso me parece que es una muy buena reflexión y me parece genial lo que has dicho sobre no criticar al niño por ello y menos delante suya. Enhorabuena!
Agnieszka Stepien
Marta, qué importante este tema. Gracias por traerlo a este foro ya que es uno de los temas en los que la voluntad del niño se ignora. Y de esta ignorancia es sólo un paso a la falta de respeto ( por supuesto totalmente inconsciente). Por tanto de acuerdo con Lorenzo y Eva, no tanto con Alicia.
Esta claro que el tema de los besos es una cuestión cultural pero también hay el tema de significado del gesto, que se pierde sí no pensamos en grado de importancia del beso para los niños pequeños ( cuando crecen quizás ya tienen más asumido el tema y el beso, en algunas ocasiones se convierte en algo automático, vaciado del cariño). En este caso, por desgracia, los niños pequeños no tienen los límites muy definidos y un beso de saludo a la persona que ni conocen ni les importa tiene el mismo significado para ellos que un abrazo o un beso en la boca para nosotros ( de hecho los primeros besos que dan muchos niños son los besos en la boca). Estos gestos tienen una carga emocional que, yo desearía que estuviese en futuro, como esta ahora, en los besos de mi hijo. El beso de un niño nos dice «eres importante para mi», » te quiero». Los besos de saludo y despedida han perdido, por desgracia, este valiosisimo significado.
Marta Parra
Alicia, gracias por tus comentarios, enriquecen este intercambio.
Cuentas que de pequeña te pasó algo que supiste ver y pusiste freno: enhorabuena!!!! No se si eres consciente de lo que ese gesto tuyo ha podido significar para el resto de tu vida.
He tenido bastante contacto con víctimas de abusos sexuales, y casi siempre cuentan exactamente eso: que hubo un primer momento… en el que no dijeron no, debido al engaño, la superioridad del abusador, a falta de confianza, poca edad, chantaje emocilonal… Que es precisamente de lo que se valen los abusadores para conseguir lo que buscan. Porque estamos hablando de niños y niñas de corta edad, que se ven sometidos por alguien con muchísimo más poder, capacidad, autoridad, etc..
No es tan fácil huir y evitarlo, porque de hecho, el abuso infantil ocurre (sigue ocurriendo) se estima que en una proporción mayor del 10%.
Porque para «salir corriendo» hacen falta muchas muchas dosis de autoconfianza, de que nos hayan enseñado a decir «no» en vez de todo lo contrario («se una niña buena y haz caso a los mayores»)…
Y eso es precisamente de lo que se trata, de darles herramientas a nuestras hijas e hijos para que, si se encuentran en esa situación, puedan salir corriendo (y contárnoslo). Como tú hiciste. Por eso de verdad que mi enhorabuena va más allá de las palabras.
Y respecto de los besos forzados, efectivamente es complejo cuando se mezcla con hábitos, costumbres y culturas, pero también estamos aquí para repensar las cosas, las buenas y las malas, para mejorar lo que creemos que puede estar mejor.
Y aprovecho tu comentario para matizar que yo no quiero decir «no a los besos sociales» sino «no a los besos forzados»
lino
hola tengo 60 años y soy hombre etero y con familia, hay que enseñar a los hijos a mostrar cariño a los demás y que sepan diferenciar de lo que no es, yo a pesar de mi edad sigo demostrando mi cariño a mis semejantes mayores y pequeños con un beso,pienso que es la mayor muestra de afecto a la gente que queremos, el dar la mano esta también bien pero es para actos sociales y no se demuestra el mismo cariño, tengo primos y amigos de mi edad y cuando nos encontramos nos damos un abrazo y un beso, eso he trasmitido a mi hijo que nos seguimos besando cada vez que nos vemos, no se puede obligar a nadie ha hacer lo que no quiera, pero hay que enseñar a dar muestras de cariño a nuestros semejantes de la mejor manera posible, y a mi un beso me parece de las mejores