7 cosas importantes que puedes hacer hoy para cambiar la vida de tu hijo
Como madres y padres, siempre estamos buscando maneras de mejorar la vida de nuestros hijos, de las decisiones como a qué escuela debe asistir, que tengan un buen nivel de inglés o las preocupaciones a largo plazo como pagar su educación universitaria.
Pero a menudo olvidamos que son las pequeñas cosas las que realmente importan. Las cosas que hacemos hoy, en nuestro día a día, con el niño, que darán forma a su vida.
Estas cosas no tienen que ser grandes cosas, o caras, o requerir mucho tiempo. Podemos tomar unos minutos de cada día para hacer una de estas pequeñas cosas, y a largo plazo, marcaremos una gran diferencia en sus vidas.
¿No tienes tiempo? Trata de apagar el móvil después de las 6 de la tarde y no consultar el correo electrónico o navegar por Internet. Trata de apagar el televisor y de reducir tus compromisos, y enseguida tendrás tiempo para estas cosas.
Hay muchas pequeñas cosas que puedes hacer, pero he escogido las 7 que más me gustan.
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Leer. La mejor manera de mejorar la educación de tu hijo es leyendo. Todos los días, si es posible. No importa mucho qué es lo que se lee, siempre y cuando se lea. Es una gran manera de crear un vínculo entre padres e hijos. Además, no se necesita una gran cantidad de tiempo y esfuerzo, y puede ser una fuente de diversión para ti y para el niño. Cuando lees a tu hijo, aprende el idioma, aprende a leer y convertirse en un auto-educador, aprende la importancia de la lectura, porque está viendo que tú estás invirtiendo tiempo en leer con él.
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Hablar. Siéntate con tu hijo, o sal a dar un paseo, y ten una sencilla charla con él. ¿Qué hay en la mente de tu hijo? ¿A qué ha estado jugando hoy? ¿En qué ha estado pensando? ¿Qué le preocupa?¿Qué le apasiona? Una conversación enseña a tu hijo una habilidad esencial -cómo utilizar el lenguaje- y también os da un tiempo de unión entre vosotros.
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Ser cariñoso. Se tarda unos segundos, y es importante. A tu hijo le encanta tener contacto humano (como a todos nosotros), y de hecho es una necesidad humana. Puede ser un simple abrazo, pueden ser besos, arrumacos, cosquillas, darles la mano… Un niño que se siente querido será un niño feliz y seguro de sí mismo. A ningún niño debería faltarle el amor.
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No sobreproteger. La mayoría de los padres y madres de hoy en día somos demasiado sobreprotectores, controlando todo lo que hace el niño, seleccionando cada programa de televisión y películas que los niños ven y no dejándoles jugar con esto o con aquello o salir a la calle por miedo a que se hagan daño. Muchas veces tratamos al niño como a un bebé, que lo deja totalmente sin preparación para el mundo real y no deja que sea capaz de hacer cosas arriesgadas complejas y tener la libertad para jugar y tomar decisiones. Retira ese escudo sobreprotector y permite que tu hijo juegue al aire libre, tome decisiones, arriesgue o juegue con cuchillos -pero enséñale cómo hacerlo sin matarse a sí mismo.
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Que se entusiasmen. Esto no es necesariamente tan difícil como parece. Es tan simple como jugar un juego divertido, aprender sobre algo nuevo (dinosaurios, el espacio, cohetes, química, animales, cómo se hacen los juegos de vídeo, kung fu, el cuerpo humano, etc.). Hay muchas maneras de divertirse con los niños y hacer que se entusiasmen. Cuando tu hijo se emociona, y lo hace así, descubre lo que se siente al ser un apasionado de algo, para aprender acerca de algo que le fascina, para hacerlo y poner en práctica lo que ha aprendido, para ponerse en acción. Eso lo traducirá a cualquier proyecto en su vida.
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Cumplir tus promesas. Cada vez que le prometemos algo a nuestro hijo y no lo cumplimos, aunque sea algo muy simple, hace que deje de creer en nosotros, y también en él mismo. Cuando cumplimos nuestras promesas, enseñamos a nuestros hijos lo que significa ser una persona responsable y comprometida. Eso les ayudará mucho en su vida de adulto, tanto a nivel personal, de relaciones, como a nivel laboral.
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Confiar. Aunque nos resulte difícil admitirlo, nos cuesta confiar en nuestros hijos. Debemos dejar de vernos superiores a ellos, dejar de ponerles grilletes, dejar de tratarlos como si su opinión no importase, dejar de dar instrucciones y pedirles su ayuda y su participación en las decisiones que les afectan. Debemos dejar que tomen decisiones, y pedirles opinión. Confiar en ellos les va a ayudar a crecer para merecer esa confianza, y van ser unos adultos más confiados y seguros de sí mismos.
Nuestra responsabilidad como madres y padres es más de la que nos podemos imaginar. Pero recuerda que las pequeñas cosas son las que de verdad pueden ser determinantes para cambiar la vida de tu hijo.
Foto por Heidi
Esther Fernández
Ay Inma, ¡¡cuánto tengo que aprender de tu actitud, positivismo y minimalismo!! Tienes muchísima razón en cada punto. Además, cuando dejamos que vaya pasando en tiempo sin interactuar con ellos en esas formas, es muy fácil perder su atención, entusiasmo,…
Emma ahora está en una etapa difícil. Parece que busca independencia y al mismo tiempo necesita saber que estás ahí, constantemente a su lado…
Por cierto, me encanta tu blog y tengo va fillados varias entradas que serán base de mis «propósitos 2015» ;)
Un beso y gracias por tu post
MMar ConPeques
Me ha encantado. Cuántas cosas sencillas está al alcance de nuestra mano y van a marcar la vida de nuestros peques. Qué importante es dedicarles tiempo, jugar con ellos, leer con ellos… y son cosas tan sencillas que es solo cuestión de darnos cuenta de que eso es lo más importante en nuestras vidas ahora mismo. Un beso.
Amaya González
El primer paso para cambiar el mundo es que nuestros hijos vivan en un ambiente familiar como el que propones, Inma. Me encanta tu actitud ante la vida, y ante la forma de educar a los hijos. Muchas gracias
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