Las revisiones pediátricas en el primer año
¿Sabéis una cosa? Al fin salgo súper contenta de una revisión pediátrica.
Y eso que nunca me han dicho nada malo en otras ocasiones, no. Pero es que, esta vez, por fin, uno de mis pequeños ¡ha seguido la luz!.
Quizá os haga gracia pero, mi experiencia previa en estas visitas, ha sido desastrosa. Mi hija mayor se bloquea cada vez que entramos a la consulta. Entra llorando, y sale llorando. Da igual si toca vacuna o no… Les ha cogido manía y a saber cuándo se le pasará.
Parece una tontería pero, aunque nuestros hijos estén bien, el momento en el que les hacen el reconocimiento médico nos genera bastante tensión. ¿Por qué le mira tanto en oído? ¿Habrá visto algo raro?… ¿Por qué toquetea tanto su cabeza? ¿Será demasiado grande?… ¿Por qué me pregunta eso?… Parece que le ausculta demasiado tiempo…
Es importante que la persona que lleva al bebé a la consulta sea alguien con quien está habitualmente. Tened en cuenta que el médico necesita saber cómo evoluciona el bebé y, obviamente, a él no le puede preguntar. El pediatra se basará más en la información que le facilitemos que en la actuación del bebé durante la consulta. Eso es importante ya que éste no siempre querrá colaborar.
Por eso hoy os traigo un pequeño resumen, muy práctico, de las pruebas habituales que les realizarán en estas consultas, siempre dentro de un desarrollo normal, una vez abandonéis el hospital tras el parto. (El tema de las vacunas lo dejo. Ya sabéis que cambia de comunidad a comunidad autónoma). Fuente Ser Padres:
A los quince días…
…La matrona debe revisar el estado de la madre, pero aprovechará para observar también al bebé:
- Su estado general. su aspecto físico puede informarnos de si evoluciona o no correctamente.
- Su cordón umbilical. Comprueba si se seca bien y si está a punto de caerse.
- Su piel. Si su color es amarillento, el pequeño puede tener ictericia, es decir, problemas para eliminar bilirrubina.
- Su tono muscular, la movilidad y los reflejos básicos del recién nacido.
Al mes…
…Tendremos la primera toma de contacto con el pediatra:
- Aunque ya le tomaron las medidas al nacer (peso, talla y perímetro craneal), el médico las seguirá tomando durante todo el primer año. Con ellas vamos construyendo la gráfica de evolución de nuestro hijo y viendo su desarrollo en comparación con los niños de su misma edad. Son los famosos percentiles.
- Le vuelve a realizar la misma exploración física completa que hizo el pediatra hospitalario, por si hubo algo que no detectó o hubiera surgido alguna dificultad.
- Mira el fondo del ojo del bebé para descartar, sobre todo, cataratas infantiles. También comprueba el reflejo fotomotor del bebé: enfoca una luz cerca para comprobar que cierra los ojos.
- Para descartar o detectar precozmente problemas de audición, hace un ruido fuerte para ver si el bebé reacciona.
- Verifica sobre todo el funcionamiento de los reflejos del recién nacido que aún siguen vigentes. También valora el estado de alerta y la interacción con los padres.
- Observa el color del bebé y, en función de la zona geográfica en la que vivamos y la estación del año, valora el riesgo de déficit de vitamina D (se da por falta de exposición al sol).
- Mira el ombligo, comprueba que todo está bien y da algunos consejos para la estimulación sensorial.
- Por último, resuelve todas nuestras dudas: ¿padece estreñimiento, sufre cólicos, tiene problemas con la lactancia?
A los dos meses…
… Comienzan, oficialmente, las vacunas:
- Vuelve a pesar, medir y explorar concienzudamente a nuestro hijo.
- También comprueba su oído y sus reflejos.
Y confirma que el niño se desarrolla dentro de los parámetros normales de su edad:
- Si tiramos de él hasta dejarle sentado, ¿aguanta la cabeza unos segundos? ¿La levanta y sostiene brevemente cuando está boca abajo?
- ¿Sigue nuestro dedo con la mirada?
- ¿Están sus manos cerradas?
Además de los aspectos físicos, examina si responde a los estímulos. ¿Sonríe? A esta edad, el bebé ya lo hace. Se trata de la sonrisa social que nos informa, entre otras cosas, de su interés por relacionarse con los demás. El pediatra nos da algunas pautas para estimularle sensorialmente: jugar con él, hablarle, acariciarle…
Como os comentaba al principio, parte de la visita se centrará en analizar la información que le damos nosotros, que estamos todo el día observando al niño. Lo normal es que esta información vaya saliendo a lo largo de la conversación; y si no, nuestro pediatra puede preguntarnos directamente: ¿duerme bien, muchas o pocas horas? ¿Llora a menudo, a última hora de la tarde, todo el día, nunca…?
A los dos meses se administran las vacunas según el calendario de cada comunidad autónoma.
A los cuatro meses…
…Aunque lo ideal sería continuar con la lactancia materna hasta los seis meses o, al menos, alimentarle exclusivamente con leche ya sea materna o artificial también hasta los seis meses, algunas mamás empiezan a introducir nuevos alimentos en la dieta del pequeño cuando cumple cuatro meses. El pediatra nos dará todas las normas básicas para que lo hagamos poco a poco.
Antes de hablar de estos temas, le hará al niño los controles de rigor (antropometría y examen físico completo), y comprobará su desarrollo psicomotriz:
- Si tumbado boca arriba tiramos de sus brazos, ¿se incorpora con facilidad y su cabecita ya no se va hacia atrás?
- Cuando está boca abajo, ¿se incorpora con los antebrazos?
- Al ponerle de pie en una superficie dura, ¿aprieta con fuerza sus pies contra la superficie?
- ¿Ya se ríe a carcajadas?
El pediatra le administrará las vacunas correspondientes.
A los seis meses…
- Le pesan y miden su altura y perímetro craneal
- Le hacen de nuevo el examen físico completo.
- Le ponen su tercera dosis de vacunas.
- Una vez más, el pediatra comprueba el desarrollo psicomotriz del niño: ¿Agarra ya lo que le ofrece su pediatra? ¿Puede tener una cosa en cada mano? ¿Se coge los pies cuando está boca arriba?
Si hemos optado por la lactancia exclusiva hasta los seis meses, ha llegado el momento de comenzar con la alimentación complementaria. El médico nos informará sobre cómo introducir los nuevos alimentos.
A los 10-12 meses…
…Como siempre, volverán a medir a nuestro hijo, le pesarán, le explorarán de arriba abajo y valorarán sus avances psicomotrices. El movimiento es fundamental para el correcto desarrollo del bebé, y ahora es más evidente que nunca.
Si aún no gatea con soltura, el pediatra puede sospechar ciertos problemas en su desarrollo. A los doce meses debe mantenerse en pie, y dar algunos pasos, con o sin apoyo, según el niño. Por otra parte, ¿dice ya alguna palabra? ¿Le interesan los objetos pequeños y los coge con dos deditos? ¿Dice adiós con la mano?
En cada visita el médico comprobará que nuestro hijo tiene un desarrollo psicomotor adecuado a su edad. Yo nunca he sido de apuntar estas cosas, y luego siempre me arrepiento porque con los años se te olvidan aquellas primeras veces. Podéis aprovechar, ya que serán preguntas seguras del pediatra, para apuntar en un diario cuando fue la primera vez que vuestro bebé:
- Sonrió
- Siguió un objeto con la mirada
- Sostuvo la cabeza
- Pronunció las primeras sílabas
- Se mantuvo sentado
- Gateó
- Dijo sus primeras palabras
- Dio sus primeros pasos
- Pronunció sus primeras frases
- Le salió su primer diente
Esto que es cuento es la regla general. En nuestro caso, por ejemplo, durante el primer año, las revisiones fueron mensuales, sin saltos. Y, a partir de los 12 meses, se fueron espaciando en función de las vacunas.
Espero que conocer de antemano el contenido de estas revisiones os ayude a ir más tranquilos, con la información suficiente de lo que el pediatra necesitará saber, Y, lo más importante, con todas las dudas que os hayan surgido desde la última revisión. Apuntadlas,que luego con los lloriqueos del bebé no tenemos más que ganas de salir de allí y se quedan las preguntas sin hacer…