Ser madre consciente, ser padre consciente…
¿Os acordáis del post publicado hace tiempo llamado «Maternidad heredada»? Me imagino, que os pareció muy fuerte daros cuenta de lo profundas que son las marcas que nos imprimen nuestros padres.
A mí, desde luego sí que me pareció muy fuerte darme cuenta de que, utilizando terminología de fotografía analógica, o en positivo o en negativo, somos copia de nuestros progenitores y, siguiendo esta idea, ellos, de la misma forma se parecen o son lo contrario a nuestros abuelos y, así, ¡podríamos llegar a Adán y Eva! Esto nos lleva a la conclusión que en numerosas ocasiones, aunque nos parezca que sí, no somos libres en nuestras elecciones vitales.
Pero hoy, me gustaría proponeros otro ejercicio que tiene que ver con todo esto. Seguro que tod@s tenéis guardada en la memoria alguna escena en la que los protagonistas no solamente sois vosotr@s, sino también vuestra madre o vuestro padre. Estas escenas, probablemente, eran los momentos más importantes en vuestro crecimiento como personas, ya que los pasos más importantes casi todos los damos al principio de nuestro camino.
Diciendo esto, debo matizar que, protagonizar una escena se puede hacer tanto con presencia como con ausencia. Por ejemplo, una madre que no atiende a su bebé cuando llora o un padre que sólo trabaja y no tiene relación real con sus hijos influyen de la misma manera que una madre sobreprotectora o un padre déspota y controlador. También, estaréis de acuerdo conmigo que las ausencias de los padres provocadas por la muerte de alguno de ellos, influyen de manera exponencial en el desarrollo de un niño o adolescente.
Os propongo pasar ahora a escoger un par de estos hitos de nuestra infancia. Os puede ser útil apuntarlas en una hoja de papel. Un ambiente tranquilo favorecerá a que vuelvan apareciendo las emociones y sensaciones presentes en nuestra memoria celular. La parte emocional y de conexión con las sensaciones corporales es la esencial en este ejercicio. Cuando lo tengas claro, te invito a la reflexión de cómo estos momentos te han influido como persona adulta que eres hoy en día.
Los autores del libro «Ser padres conscientes» Daniel Siegel y Mary Hartzell, tienen muy claro que «Las posibilidades de establecer una comunicación eficaz que transmita seguridad a nuestros hijos aumentan en la misma medida en que damos sentido a las experiencias de nuestra propia infancia. La comprensión de nuestra propia vida nos ayuda a integrar las experiencias infantiles -positivas o negativas- aceptándolas como parte de nuestro propio bagaje vital.» Y nos dicen que no podemos cambiar los acontecimientos de nuestra infancia, pero sí que podemos cambiar la visión que tenemos de ellos.
Para ello, necesitamos cobrar consciencia de nuestras experiencias presentes y ver de qué forma pueden estas estar condicionadas por los eventos pasados. Conociéndonos más nos convertimos en unas madres y padres que brindan a sus hijos las relaciones profundas y naturales que le capacitarán para madurar adecuadamente; en las madres y padres conscientes.
Ahora os invito a que volváis a vuestras escenas. Quizás alguna de ellas o la actitud que representa se pueda repetir en vuestra vida como madre o padre y no hay que olvidarse que tendemos hacer con nuestros hijos todo lo contrario a lo que vivimos nosotros. Pero lo esencial en todo esto es que nos demos cuenta que nuestra elección no ha sido realmente libre, ya que, no está condicionada por cómo son nuestros hijos, sino cómo era nuestro pasado. Ellos no tienen culpa de que nos han marcado estas escenas que, a pesar de los años pasados están tan presentes en nuestra memoria,; sin embargo, sus vidas están afectadas por ellas. Incluso en lo positivo: no es lo mismo decir “doy cariño a mi hijo porque siento que lo necesita” que “doy cariño a mi hijo porque a mí no me lo dieron”.
Me encantaría conocer vuestros hallazgos, opiniones, métodos. ¿Cuáles son vuestras recetas para ser padres más conscientes?
Mar Melgarejo - 7 mayo, 2015, 13:07
Gracias Agnieszka por ponernos estos deberes tan importantes. que intensidad y gran oportunidad para reflexionar…como siempre magistral!!!… en cuanto encuentre un momento de calma para hacer todo lo que nos dices, os cuento :)
Agnieszka Stepien - 16 mayo, 2015, 8:07
Gracias Mar, ganas de que nos cuentes qué tal ha ido el ejercicio. Hay tantas cosas que descubrimos de nosotros mismos a través de este proceso tan potente que es la maternidad o paternidad… Es inevitable que los niños copien nuestros patrones, pero mejor si todos seamos conscientes de esto y les podamos ayudar a ser más libres. Así seremos mas libres nosotros también.