Cada cual, a su ritmo
Qué difícil es aceptar de verdad que cada niña o niño crece a su ritmo. Lo sabemos, lo repetimos, nos tranquiliza muchas veces, pero siempre suele aparecer un momento, una situación en que esa máxima no nos la creemos, dudamos, nos cuestionamos. En mi caso fue cuando mi hijo segundo cumplió 15 meses… y seguía sin dientes. ¡Ni uno!. Comía sólidos, por supuesto, y machacaba la comida con las encías,... »